La constante formación en su rubro es vital para Lourdes

Emprendedoras

“Dejé un trabajo estable para ser dueña de mi tiempo”

16 mar 2024

Nacionales

La constante formación en su rubro es vital para Lourdes

Emprendedoras

“Dejé un trabajo estable para ser dueña de mi tiempo”

16 mar 2024

Nacionales

Lourdes es maquilladora social, artístico, y peinadora, hace glitter party, neon party, face paiting. Especialista en cejas y pestañas. Mamá de Matías y Camila, impulsores de su valentía.

Las negativas condiciones laborales en la que se desempeñaba ahora son parte de su testimonio de independencia exitosa. “Empecé a trabajar en una empresa a los 22 años. Mi hijo mayor tenía un año y medio. Trabajé 9 años para esa empresa, en ese proceso me separé y, por lo tanto, la estabilidad económica no fue la misma y tuve que trabajar más, porque para entonces ya tenía dos hijos. Además del horario fijo, salía a maquillar y peinar de forma particular”, relató Lourdes.

Esta mamá de dos niños, con un trabajo absorbente, no dejó de capacitarse. “También me especialicé en cejas y pestañas, lo que me ayudó a lo que fue la pandemia, cuando todo se cerró. Durante la pandemia, en mi trabajo estable, tuve que trabajar 16 horas al día, con una remuneración mínima, y no le podía ver a mis hijos, lo que fue desgastando mi relación con la empresa, porque al ser mujer, los permisos y horarios son difíciles. Ya no podía dedicarme a mis hijos, a mi casa, entonces 9 años después, tomé la decisión de renunciar a mi estabilidad laboral. Pensé que no iba a poder, pero mis hijos necesitaban de mí, estaban siendo cuidados por extraños y eso ya no podía seguir así”, recordó.

“Cuando pensaba que al salir de trabajar 16 horas con un sueldo no iba a lograr mantener a mi familia, me sorprendí gratamente cuando en el primer mes, mis ganancias se triplicaron, porque yo era dueña de mi tiempo”, afirmó.

“Monté un espacio en mi propia casa, que me permite estar con mis hijos y verlos crecer, llevarlos y traerles del colegio. Hoy tengo la posibilidad de armar mi agenda y si hay un evento importante de ellos, tengo la posibilidad de estar”, señaló.

Además de mejorar su situación económica, Lourdes afirma que hubo muchas más cosas positivas. “Mejoró mi salud, mis propios hijos me dijeron que mejoró hasta mi humor. Todavía no consigo un equilibro entre mis actividades, pero nunca me arrepentí de la decisión que tomé al dejar mi lugar de trabajo estable”, dijo.

Sobre la realidad de las mujeres trabajadoras en nuestro país, afirmó: “Lastimosamente, para ser exitosas en una empresa, tenemos que sacrificar nuestras casas, nuestros hijos, algo. Pero creo que, si los empresarios se proponen realmente, pueden cambiar esta realidad que al final puede hacer que ambas partes ganen. Pueden empezar por ejemplo permitiendo los permisos para situaciones de emergencias o eventos importantes para nuestros hijos”, afirmó.

Lourdes dejó un mensaje a las mujeres: “Nosotras siempre podemos con todo lo que nos proponemos. Nuestra fuerza no es de este planeta”.



Lourdes es maquilladora social, artístico, y peinadora, hace glitter party, neon party, face paiting. Especialista en cejas y pestañas. Mamá de Matías y Camila, impulsores de su valentía.

Las negativas condiciones laborales en la que se desempeñaba ahora son parte de su testimonio de independencia exitosa. “Empecé a trabajar en una empresa a los 22 años. Mi hijo mayor tenía un año y medio. Trabajé 9 años para esa empresa, en ese proceso me separé y, por lo tanto, la estabilidad económica no fue la misma y tuve que trabajar más, porque para entonces ya tenía dos hijos. Además del horario fijo, salía a maquillar y peinar de forma particular”, relató Lourdes.

Esta mamá de dos niños, con un trabajo absorbente, no dejó de capacitarse. “También me especialicé en cejas y pestañas, lo que me ayudó a lo que fue la pandemia, cuando todo se cerró. Durante la pandemia, en mi trabajo estable, tuve que trabajar 16 horas al día, con una remuneración mínima, y no le podía ver a mis hijos, lo que fue desgastando mi relación con la empresa, porque al ser mujer, los permisos y horarios son difíciles. Ya no podía dedicarme a mis hijos, a mi casa, entonces 9 años después, tomé la decisión de renunciar a mi estabilidad laboral. Pensé que no iba a poder, pero mis hijos necesitaban de mí, estaban siendo cuidados por extraños y eso ya no podía seguir así”, recordó.

“Cuando pensaba que al salir de trabajar 16 horas con un sueldo no iba a lograr mantener a mi familia, me sorprendí gratamente cuando en el primer mes, mis ganancias se triplicaron, porque yo era dueña de mi tiempo”, afirmó.

“Monté un espacio en mi propia casa, que me permite estar con mis hijos y verlos crecer, llevarlos y traerles del colegio. Hoy tengo la posibilidad de armar mi agenda y si hay un evento importante de ellos, tengo la posibilidad de estar”, señaló.

Además de mejorar su situación económica, Lourdes afirma que hubo muchas más cosas positivas. “Mejoró mi salud, mis propios hijos me dijeron que mejoró hasta mi humor. Todavía no consigo un equilibro entre mis actividades, pero nunca me arrepentí de la decisión que tomé al dejar mi lugar de trabajo estable”, dijo.

Sobre la realidad de las mujeres trabajadoras en nuestro país, afirmó: “Lastimosamente, para ser exitosas en una empresa, tenemos que sacrificar nuestras casas, nuestros hijos, algo. Pero creo que, si los empresarios se proponen realmente, pueden cambiar esta realidad que al final puede hacer que ambas partes ganen. Pueden empezar por ejemplo permitiendo los permisos para situaciones de emergencias o eventos importantes para nuestros hijos”, afirmó.

Lourdes dejó un mensaje a las mujeres: “Nosotras siempre podemos con todo lo que nos proponemos. Nuestra fuerza no es de este planeta”.



Lourdes es maquilladora social, artístico, y peinadora, hace glitter party, neon party, face paiting. Especialista en cejas y pestañas. Mamá de Matías y Camila, impulsores de su valentía.

Las negativas condiciones laborales en la que se desempeñaba ahora son parte de su testimonio de independencia exitosa. “Empecé a trabajar en una empresa a los 22 años. Mi hijo mayor tenía un año y medio. Trabajé 9 años para esa empresa, en ese proceso me separé y, por lo tanto, la estabilidad económica no fue la misma y tuve que trabajar más, porque para entonces ya tenía dos hijos. Además del horario fijo, salía a maquillar y peinar de forma particular”, relató Lourdes.

Esta mamá de dos niños, con un trabajo absorbente, no dejó de capacitarse. “También me especialicé en cejas y pestañas, lo que me ayudó a lo que fue la pandemia, cuando todo se cerró. Durante la pandemia, en mi trabajo estable, tuve que trabajar 16 horas al día, con una remuneración mínima, y no le podía ver a mis hijos, lo que fue desgastando mi relación con la empresa, porque al ser mujer, los permisos y horarios son difíciles. Ya no podía dedicarme a mis hijos, a mi casa, entonces 9 años después, tomé la decisión de renunciar a mi estabilidad laboral. Pensé que no iba a poder, pero mis hijos necesitaban de mí, estaban siendo cuidados por extraños y eso ya no podía seguir así”, recordó.

“Cuando pensaba que al salir de trabajar 16 horas con un sueldo no iba a lograr mantener a mi familia, me sorprendí gratamente cuando en el primer mes, mis ganancias se triplicaron, porque yo era dueña de mi tiempo”, afirmó.

“Monté un espacio en mi propia casa, que me permite estar con mis hijos y verlos crecer, llevarlos y traerles del colegio. Hoy tengo la posibilidad de armar mi agenda y si hay un evento importante de ellos, tengo la posibilidad de estar”, señaló.

Además de mejorar su situación económica, Lourdes afirma que hubo muchas más cosas positivas. “Mejoró mi salud, mis propios hijos me dijeron que mejoró hasta mi humor. Todavía no consigo un equilibro entre mis actividades, pero nunca me arrepentí de la decisión que tomé al dejar mi lugar de trabajo estable”, dijo.

Sobre la realidad de las mujeres trabajadoras en nuestro país, afirmó: “Lastimosamente, para ser exitosas en una empresa, tenemos que sacrificar nuestras casas, nuestros hijos, algo. Pero creo que, si los empresarios se proponen realmente, pueden cambiar esta realidad que al final puede hacer que ambas partes ganen. Pueden empezar por ejemplo permitiendo los permisos para situaciones de emergencias o eventos importantes para nuestros hijos”, afirmó.

Lourdes dejó un mensaje a las mujeres: “Nosotras siempre podemos con todo lo que nos proponemos. Nuestra fuerza no es de este planeta”.



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